apuntes ética de la empresa etica profesional y deontologica tema 3
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MÓDULO
3. LA EMPRESA COMO
ORGANIZACIÓN
1. LA EMPRESA COMO LUGAR DE
OPCIONES ÉTICAS.
R
Una empresa es una organización con una finalidad económica en un doble
sentido: debe proporcionar bienes y servicios a la sociedad y debe ser
rentable.
R
La empresa (como organización) está formada por personas, cada una de ellas con
su dignidad y los derechos que le corresponden. Las relaciones entre ellas deben
estar presididas por la formulación kantiana “obra de tal modo que trates a la humanidad
como un fin y no como un medio”.
2. LA EMPRESA COMO SUJETO ÉTICO.
La empresa en una organización que actúa como sujeto
ético porque:
1º Tiene
libertad para fijar fines y elegir medios.
2º Posee
capacidad de decisión para asumir la responsabilidad de sus actos.
3º Puede
plasmar su forma de pensar en una cultura.
3. LAS NUEVAS DEMANDAS QUE LA SOCIEDAD PLANTEA
A LA EMPRESA.
[Las
cuatro demandas, en pg. 63]
La sociedad se ha vuelto consciente del gran poder de las empresas,
con poder económico y poder de “constructoras de sociedad” en sus dimensiones
social, cultural y medioambiental. Por ello la sociedad (a través de
movimientos sociales institucionalizados en ONG) plantea nuevas demandas a las
empresas:
1.
Exige políticas
de género acordes con el nuevo papel que las mujeres buscan
legítimamente en la sociedad.
2.
Exige políticas
y prácticas coherentes con la nueva conciencia medioambiental.
3.
Exige un nuevo respeto
a las culturas en un mundo cada vez más consciente de su diversidad.
4.
La sociedad es consciente de que las empresas son las
grandes creadoras de riqueza pero también es consciente de que la distribución
de renta no funciona bien en un mundo en el que los informes de PNUD (Programa
de las Naciones Unidas para el Desarrollo) y del Banco Mundial (no sospechosos
de radicalismos irresponsables) afirman la existencia de 1.200 millones de
personas cuyo ingreso diario no llega a 1$.
Por ello la sociedad exige a las
empresas un compromiso serio con el desarrollo
de todas las partes del mundo (incluida África, el “continente
olvidado”).
4. EL
SENTIDO DE LA RESPONSABILIDAD UTILIZANDO
LA FORMULACIÓN DE
ZUBIRI,
[Los
tres aspectos, en pg. 71 y 72]
Jugando con la palabra “carga”, Zubiri dice que las personas debemos
“cargar” con la realidad., “hacernos cargo” de ella y finalmente “encargarnos”
de la realidad.
1.
“Cargar” con la realidad
significaría no negar nuestro poder de tomar decisiones que afectan a los
demás. Aplicado a la empresa, significa que ésta no debe escurrir el bulto ante
los efectos (deseados o no) de sus propias decisiones: por ejemplo, una empresa
que contamina un rio debe “cargar” con este hecho y plantearse cómo conseguir
sus fines sin este efecto contaminante. Pero las organizaciones no harán esto
si no “se hacen cargo” de la relación que establecen con los demás.
2.
“Hacerse cargo” evoca la
simpatía con la que comprendemos los problemas de los demás, nos ponemos en su
lugar e intentamos compaginar nuestros propios fines con el respeto que les
debemos. Este “hacerse cargo”, en el caso de las organizaciones, aludiría a
reconocer en los afectados, es decir en los stakeholders, una categoría humana,
una dignidad y unos derechos que no permiten reducirlos a simples medios al
servicio de los intereses de la organización.
3.
“Encargarnos” de la realidad
subraya los efectos positivos de nuestra acción y nuestra voluntad de conseguir
determinadas cosas. Decimos que los padres se “encargan” de la educación de los
hijos en el sentido de que se responsabilizan de hacer lo necesario para que
sus hijos lleguen a crecer adecuadamente como personas. De modo semejante las
organizaciones deben plantearse cómo se “encargan” del conjunto de
responsabilidades que asumen ante la sociedad.
5.
LAS DOS POSIBILIDADES QUE OFRECEN LOS CÓDIGOS
DE EMPRESA Y SU RELACIÓN CON LA ÉTICA DE MÍNIMOS Y MÁXIMOS.
[Los dos
aspectos, en pg. 73.]
Pese a que elaborar un código puede deberse a un compromiso de la
empresa de asumir determinadas responsabilidades o querer controlar más a los
empleados, mediante el establecimiento de un punto de referencia común para
todos; los códigos de empresa pueden ser un instrumento muy eficaz de
desarrollo ético de la empresa.
Desde el punto de vista del contenido deben señalarse dos
posibilidades:
a)
Códigos deontológicos:
señalan los mínimos que la compañía considera aceptables en su conducta.
Normalmente, estos mínimos tienen que ver con cuestiones de ética profesional, y
de derechos humanos, de manera que su transgresión tocaría puntos de estricta
justicia.
b)
Códigos éticos: señalan más
bien aspiraciones en las que cabe una mejora continuada a lo largo del tiempo.
Esta distinción es importante porque señala una doble perspectiva de
la ética que con frecuencia es olvidada. La ética señala por un lado mínimos
que no es posible trasgredir sin afectar a la dignidad humana, a sus derechos
fundamentales y, en definitiva a las relaciones de justicia. Estos mínimos no
son optativos. Aunque las empresas no los definieran en sus códigos, estarían
éticamente (aunque tal vez no legalmente) obligadas a respetarlos.
Pero la ética formula también aspiraciones de perfeccionamiento humano
y profesional en los que siempre se puede progresar. Aquí se abre un amplio
campo a la libertad y la creatividad ética: la empresa puede definir en qué
quiere ser más y más “excelente”: no se trata de obligaciones sino de
compromisos libremente sumidos, que por eso mismo tienen un gran valor ético.
Desde la perspectiva proactiva de la empresa ciudadana, es importante que las
empresas definan y formulen conscientemente en qué quieren colaborar de manera especial
a la construcción de la nueva sociedad.
LOS TRES REFERENTES EN LA FORMULACIÓN DE
LOS CÓDIGOS DE EMPRESA:
6. EL
REFERENTE PROFESIONAL:
A)
Punto de partida: lo
que la profesión proporciona a la sociedad y en que consiste la
“profesionalidad” de una empresa.
B)
Problema: la
dificultad de compaginar creencias personales e intereses de la empresa.
C)
Este referente está
situado en el marco de una ética de mínimos.
7. EL
REFERENTE EUROPEO:
A)
Punto de partida: la
cultura empresarial europea.
B)
Los cuatro aspectos
de la RSE
contenidos en el libro verde, [en pg 75].
Sucesivas cumbres de la Unión Europea
(Lisboa, Niza, Gotemburgo) han ido definiendo un “proyecto de empresa europea”
a la vez competitiva y socialmente responsable. La responsabilidad social de la
empresa es entendida (Libro Verde de la UE 2001) en cuatro aspectos:
·
Asumir la aproximación a la “triple cuenta de
resultados” (“triple bottom line aproach”: responsabilidad económica, social y
medioambiental).
·
Yendo más allá de las exigencias legales.
·
Ofreciendo un trato justo a los stakeholders.
·
Y dialogando con ellos.
8.
EL REFERENTE DE LOS DERECHOS HUMANOS:
A)
Punto de partida: la
dignidad del ser humano.
B)
Formulaciones:
P La declaración universal de derechos humanos.
P La declaración de la OIT
P El Global Compact
(1999). Diez principios agrupados en cuatro apartados: derechos humanos,
normas laborales, medio ambiente y gobernabilidad.
9.
LOS DOS RETOS DE LA ÉTICA EMPRESARIAL.
[En pg
78.]
A)
En un contexto de globalización económica, las empresas
se ven atrapadas en una difícil contradicción. Por un lado, su mismo interés
económico las empuja a políticas a largo término, respetuosas de la sociedad y
del medio ambiente, destinadas a cultivar el desarrollo humano y profesional de
sus empleados. Pero, por otro lado, la misma globalización (especialmente la
financiera) las lleva a buscar resultados a corto plazo, a mirar ante todo el
valor en bolsa y a exigir el máximo (aunque sea inhumano) de sus empleados. En
esta situación, la ética puede tener una función importante, no en el sentido
de que, como a veces se dice, “sea rentable”, sino en el sentido de fortalecer
la primera línea de actuación frente a los “cantos de sirena” de la segunda.
B)
El segundo desafío es pasar cada vez más de la
discusión de dilemas éticos ocasionales a incorporar la ética a la identidad,
políticas y estrategias de la empresa, lo cual requiere procedimientos de
gestión que expliciten la dimensión ética que tienen todas las actividades de
la empresa. Se trata de que la ética no sea un añadido, un bonito sombrero con
el que poder saludar al público ni tampoco un arma arrojadiza con la que
defenderse del ataque de los medios de comunicación. La ética es una dimensión
consustancial de la vida de las organizaciones, que al fin al cabo reúnen a
personas libres para realizar actividades
con sentido humano, todo lo cual es siempre ético.
Así como no existe la belleza en sí misma sino que siempre la
encontramos y vivimos en una realización concreta, por ejemplo la danza de un
ballet, la ética empresarial tampoco se puede encontrar separada de la vida
cotidiana de las empresas. La belleza se encuentra en la trabajada facilidad
con que la bailarina ejecuta los pasos más difíciles. La ética se encuentra en
la trabajada facilidad con que una empresa asume la dimensión ética de toda su
vida diaria.
k PARA LA PARTE PRÁCTICA. (2 horas)
Una cultura empresarial humanística.
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